Con los últimos accidentes aéreos que vivimos como ciudadanos nacionales y del mundo, además de estar próximos a recordar 10 años de los atentados del 11 de septiembre en EEUU, recuerdo un artículo que leí muchos años atrás en la revisa Selecciones, referido a las personas que debido a situaciones que en ese momento se consideraban desafortunadas (llanta pinchada, atraso de un hijo a quien se debía llevar al colegio y hasta el cordel de un zapato que se rompió) hicieron que personas que debían estar en el World Trade Center no estuvieran ahí y por ende salvaran sus vidas
Esa lectura tuvo un impacto muy grande en mi forma de ver la vida, y es en algo que pienso casi a diario, ya que desde ese día no reniego por situaciones como cuando no consigo transporte para ir a mi oficina, o el ascensor se arruinó, el despertador no funcionó, etc… porque estoy convencida que todo lo que nos pasa, pasa por algo y está predefinido… entonces los accidentes para mí no existen, y sólo los re-denomino situaciones que nos van encaminando hacia donde debemos ir o estar
NOTA: un pequeño ejemplo sobre esto: http://www.la-razon.com/version.php?ArticleId=137216&EditionId=2647
Hay muchas señales que guían nuestra vida, la idea es interpretarlas correctamente, cierto? Pienso que nuestra fe en Dios nos ayuda a abrir cada vez más los ojos
ResponderEliminarAsi es. Estoy totalmente de acuerdo.
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