Miel

Gracias a tu infinidad de pensamientos elevados al cielo
Fui mi propio creador
Y a tu interminable cadena de sueños
Decidí asumir la forma de un caballo

Gracias al matiz de tu cabellera
Mi pelaje es color miel entrelazado con reflejos de tu racionado sol

Gracias a tus deseos de tenerme
Cruzo el verde prado
Cabalgando contra el viento
Acompañado únicamente por el libre aire

Gracias a tu infinito miedo de perderme
No tengo montura ni jinete
Soy mi propio amo

Es momento de liberarte, madre
Deja de salar tus manos por mí
Cumpliré mis sueños a mi manera
No me detengas ni me atrapes
Nací libre
Existo sólo por el hecho de que pensaste

Universo

Hace allá unas cuantas décadas
El Creador me diseñó predestinada a la soledad
Al nacer mi madre, previendo la esencia de mi código genético me enseñó a ser fuerte, a nunca llorar
La ignorancia me acompañó por muchos años y hace muy poco tiempo bauticé mi cruz, por fin ya identificada
Hoy mi padre, con un cálido abrazo lleno de amor me acompaña en la ruta de la comprensión
El universo me colma de muletas a cada paso
Y de resortes en cada caída
Toda mi humanidad dirigida a la supervivencia

cuéntame un cuento
donde tú seas el centro
y yo la heroína
donde existan finales felices
donde la bruja muera
y donde al final salga un hermoso arcoíris

cuéntame un cuento
con palabras rimbombantes
lleno de fantasía
colores brillantes
y mucha alegría

playa

hace un tiempo atrás leí un libro que se llama desde mi cielo, y ahí decía que al morir todos elegimos como será nuestro cielo
y yo me lo imagíné como una playa, donde estamos nosotros, caminando, viendo el atardecer
y tal vez porque ahora estoy en una playa, no puedo evitar pensar que no estás aquí
y que nos haces mucha falta