Arlequín

Como un arlequín

Crecí haciendo piruetas

Dando saltos y brincos

De felicidad

Llegaré a ti?

A veces creo que extendiendo mucho la mano llegaré a ti

Y que al mirar al mar

Ahí estarás junto a nosotros caminando

Dejando huellas junto a las nuestras

Punto de partida

Y justo cuando creo que te he superado

Y que puedo vivir sin ti

Basta una sola noche de insomnio

Una mala noche

Un mal despertar

Y todo vuelve al punto de inicio

Y todos los días y horas que pasaron

Se esfuman

Se van

Regreso al punto de partida

Donde te extraño tanto como el día uno

Te colgué de la pared

Te colgué de  la pared

Con un par de diminutos alfileres

Te observé con mucho detenimiento

Qué perfecto eres

Es que yo te creé

Saqué de mi imaginación uno a unos tus defectos y virtudes

Y te dije adiós

Y te dije adiós

Miré a este mar infinito y no te vi

Creí imaginarte así como una aurora boreal

Algo que nunca vi

Pero escuché que es algo maravilloso

Cerré los ojos y te soñé entre mis brazos

Pero al tratar de abrazarte

Ridícula por enésima vez me sentí

Sólo este ruido de las olas

Me hacen sentir que sigo aquí

Y que no perdí la cordura

En este oscuro laberinto

Sin vida

Duele tu mirada

Ahí perdida

Sombría

Sin vida

Duelen los gritos ahogados

Encerrados en mi corazón

Con una llave arrojada al vacío

En dirección a la esperanza que se perdió en un muy retorcido camino

Duelen tus manos

Y tus pequeños dedos

Delgados y sin vida

Tocando una melodía demasiado triste para mis oídos

Duelen los oídos

Que el silencio tapió

Extrañan tu voz y tus risas

Duele el torso

Que añora un abrazo tuyo

Un abrazo que simplemente diga hola y adiós

Volé

Extendí mis alas y volé

Me lancé del más alto precipicio y no caí, 

Me elevé hasta el cielo

Toqué un par de nubes

Con las cuales dibujé un pequeño y grueso arcoíris

Que con un soplido lleno de esperanza se llenó de color

Pese a que me temblaba el cuerpo estiré las piernas y bailé

Al compás marcado por una leve lluvia

Cuyo ritmo di un nombre

Extendí los brazos haciendo figuritas de ballet

Y con cada dedo prendí una a una mil estrellas

Que fueron convirtiéndose en una pequeña constelación llamada Arnold

Y así dormí

Rodeada por polvo de estrellas cayendo una a una en medio de mis sueños