Cuando
suenen las doce
En cada
campanada pensaré en ti
Con la
primera agarraré una burbuja de esperanza de la primera vez que te pensé
Con la segunda
acariciaré imaginariamente tu cabeza y un beso le daré
Con la
tercera envolveré una caja y con los pocos regalos que te compré
Con la
cuarta le daré a una paloma mensajera los mil poemas escritos para ti
Con la
quinta pondré una foto nuestra mirando al cielo en donde te encuentras
Con la
sexta pondré unas cuantas lagrimitas en una botellita de muchos cristales de
muchos colores
Con la
séptima, desanudaré el nudo que traigo en la garganta cuando me preguntan por ti
Con la
octava, quitaré las arrugas de ceño, que recién salieron y que no
podrás ver
Con la novena,
callaré la canción tan linda llena de melodías que compuse para ti
Con la
décima, encerraré los sueños que tenía para ti, en una caja fuerte, muy dura,
muy resistente
Con la
onceava, tragaré por infinita vez la tristeza y secaré la lágrima que nadie ve
Con la
doceava, pondré abono a la esperanza de que en un año al sonar las doce estés
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