El corredor de la muerte es el lugar donde los condenados a muerte esperan a que se lleve a cabo su sentencia. El nuestro simplemente es un callejón, pero sigue siendo de la muerte.
Cada dia que pasa, damos un pequeño paso sin retorno, que no nos conduce a nada más que a la nada.
Cuando miramos a los lados sólo hay paredes, soledad, decepción y tristeza.
Cuando miramos atrás sólo hay más de lo mismo, sin manos amigas, sin sonrisas, sólo evasivas.
Y cada día que pasa, más cerca estamos, y no importa a la velocidad que nuestro corazón lata, ni la desesperación que radica en las venas, ni las mil lágrimas que se van derramando, porque lenta y silenciosamente estamos cada vez más cerca del final del callejón.
Aunque muy poca gente asi lo crea, de cada uno de nosotros y de nadiesssssss masssss, depende que ese callejon sea un callejon de vida o no. No nos dejemos confundir por las cuatro paredes... más bien tengamos la mira puesta al final del callejon. Tenemos derecho a elegir, todos tenemos derecho a vivir felices y en paz... ejerzamos ese nuestro derecho, elijamos correctamente.
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