Mi esposo el día de ayer me dio un artículo sobre una señora de unos 70 años que juega golf. Ella cuenta que en 1999 le pasaron cosas muy muy malas (la muerte de su esposo y de su madre, cáncer para ella y un hijo muy enfermo), pero que salió adelante gracias al golf, que de cierta forma tuvo un rol terapéutico.
Comparto esta historia no con el afán de inducirlos a practicar este deporte, sino porque quiero compartir con ustedes lo que dice la lectura al final: el golf la ayudó a estar sana y bien, aquí en el presente, para las personas que siguen con ella y que la necesitan.
He aqui una prueba concreta y contundente: el dolor y el sufrimiento, la angustia, la enfermedad, y las otras cosas "malas"de la vida son monedas de dos caras. Cuando uno se queda petrificado viendo solo la cara mala esa vida se convierte en un infierno; pero si uno da la vuelta la moneda y ve la otra cara de la misma moneda, con seguridad que encuentra la razon de ser de su vida, y comienza a descubrir cada cosa maravillosa que uno no tenia ni la mas pálida idea.
ResponderEliminar