Una de mis travesuras favoritas era invertar que tenía un castillo de cristal detrás de la casa de una de mis abuelas.
Si algún otro niño dudaba de esta mi falsa verdad, mi abuelita decía que si existía, pero que era sólo mío.
Esa complicidad simplemente me encantaba.
Quién diría que casi 30 años después del loco invento de mi cabecita iba a ver, en vivo, directo, 100% realidad, 0% fantasía a mi castillo de cristal.
De este relato se puede sacar la definición de "felicidad". Felicidad es vivir la fantasia-realidad con la inocencia de la niñez y la lucidez de la madurez.
ResponderEliminar