En mis clases de mercadotecnia de la universidad aprendí que cuando un cincuentón se compra un auto deportivo en realidad está tratando de adquirir juventud, o que cuando compras una crema que promete eliminar las arrugas sólo estás buscando obtener "esperanza por verte más joven"
El día de hoy pensé toda la mañana en eso, en realidad y específicamente en que sería maravilloso que existiera un fabricante de productos destinados a sanar el alma y que vendan: juventud, alegría, paz, conciliación, e incluso olvido
De ser ese el caso, hoy hubiera ido a comprar un frasco de esperanza, para saber con certeza que este episodio de mi vida tendrá el final que yo espero y que deseo con todo el corazón
Es un poco lo de siempre lo que aflije al ser humano: los deseos del presente y los temores del futuro; que mientras uno sea un ser humano parece que el corazon siempre estara sujeto a ello, a pesar de que la razon/inteligencia/mente nos recomiende librarnos de ellos (deseos y temores) si que queremos vivir con algo en paz en este valle de lagrimas.
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